Adelantar la elección bonaerense, el plan del kirchnerismo para despegarse de Alberto Fernández
- Radio Satélite
- 7 de abril de 2022
El kirchnerismo intentará que la votación para gobernador de la provincia de Buenos Aires se haga en marzo de 2023. Máximo y Cristina Kirchner juegan un papel fundamental en esta decisión.
Es el tema que más horas consume en todas las mesas peronistas. Máximo Kirchner, con el aval de Cristina, está moviendo todas las herramientas necesarias para adelantar las elecciones en la provincia de Buenos Aires y que el gobernador se elija en el mes de marzo.
El kirchnerismo cree que esa es la única manera de despegarse de la decadencia de Alberto Fernández y hallar un refugio político si hay un cambio en la Casa Rosada en 2023.
“Es el plan que no pudo hacer la Leona”, compara con una dosis de ironía un dirigente de la avanzada kirchnerista. Y se refiere al proyecto que barajó María Eugenia Vidal en 2019 para despegarse del efecto lastre que traía la candidatura de Mauricio Macri a la reelección. La exgobernadora, con el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta y la UCR, pretendía adelantar los comicios provinciales y que una victoria bonaerense revitalizara la elección nacional de Juntos por el Cambio. Nadie sabe si hubiera funcionado, pero sí se sabe cómo terminó la elección unificada. Derrotas sin atenuantes, tanto en la Provincia como en la Nación.
¿Por qué Vidal, y ahora el kirchnerismo piensan que se puede salvar la Provincia de una derrota nacional? Muy simple. La elección bonaerense no tiene segunda vuelta y con el 40% de los votos se puede terminar ganando la Gobernación. Es lo que logró Carlos Ruckauf en 1999, venciendo a Graciela Fernández Meijide en la Provincia pese a que el candidato peronista de entonces, Eduardo Duhalde, había sido derrotado por Fernando De la Rua.
Los números de los últimos años ayudan a comprender mejor la estrategia. Vidal fue gobernadora con el 39% de los votos. Cristina, aún perdiendo la elección a senadora de 2017 frente a Esteban Bullrich, obtuvo el 37% en la Provincia. “Con un poco de viento a favor y con que los Barones del conurbano jueguen bien, estamos ahí”, aseguran los dirigentes que recibieron instrucciones para avanzar con la estrategia. Parece sencillo, pero no lo es.
Que los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires se sumen a la movida ha dejado de ser una utopía. La idea va ganando espacio entre ellos y mucho más si el candidato a gobernador termina siendo Martín Insaurralde. El intendente de Lomas de Zamora bajo licencia es el preferido de Cristina si no puede ser Máximo Kirchner, a quien los números en las encuestas por ahora lo sacan de esa carrera. La Vicepresidenta y su hijo lo ubicaron como Jefe de Gabinete en la Provincia cuando el descalabro de la gestión de Axel Kicillof precipitó la derrota de noviembre pasado.
Hasta el principal adversario de Máximo en el peronismo bonaerense, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, dijo esta semana en CNN radio que “alguna vez los bonaerenses tendremos que votar por separado de la elección nacional”. A pesar de la distancia que mantiene con el kirchnerismo, Gray no pondrá reparos si se concreta el desdoblamiento provincial.
El mayor obstáculo para la jugada peronista sería conseguir los votos suficientes en la Legislatura Bonaerense para sancionar una ley de adelantamiento electoral. Los números son demasiado finitos: hay empate con Juntos por el Cambio en el Senado y apenas uno a favor para el Frente de Todos entre los diputados.