El dirigente de fútbol, hipócrita, sólo sobrevivirá si gana. Radiografía de la sucia pelea de poder que mancha y perjudica al deporte más popular del país.
Se abrazan, se miran, se miden, se sonríen, se desafían, se respetan, se recelan, se envidian, se maldicen, se defienden, se felicitan, se auguran éxitos, se defenestran, se comunican, se «matan»…
No hay perversidad. Apenas, una admisible cuota de hipocresía. Está en la naturaleza de cada uno. Forma el todo de su tipología. Él no es así porque quiere. Él es así porque no podría ser de otra manera.
El dirigente de fútbol sólo sobrevivirá si gana. Si le gana al otro. Se lo demandan su amor propio, su orgullo y quienes lo votaron. Se lo exige su comunidad. Y del ganar, depende. Y si el otro es el «clásico rival», se impondrá una obligación aún mayor por ganarle. Y además, deseará, en todos los casos, que a ese otro le vaya mal. Si a él lo acompaña el éxito y al otro la adversidad, se sentirá más satisfecho aún. En algunos casos, hasta más feliz…
El dirigente de fútbol es, antes que nada, la representatividad de los intereses de su club.
¿ A qué va ( o iba en tiempos pasados) a la AFA? A lograr lo mejor para su club. Y esto abarca un amplio menú. Podría ser dinero, la impugnación de un árbitro o un cambio de horario para el partido de su club, entre muchas otras cosas.
Iba a «su casa», a aquella institución a la que está afiliado su club como una parte de la misma, con la facultad de participar de su lugar de pertenencia. La AFA no es otra cosa que una asociación civil sin fines de lucro. Nada que nos les perteneciera habría de serles concedido. Ni dinero, ni prebendas. Todo cuanto hay en la AFA es de ellos, de sus clubes. Son los únicos actores que generan los recursos y por lo tanto, les corresponden. Para controlar ilícitos están los fiscales y los jueces o la Inspección General de Justicia. No es misión de la AFA controlar lo que cada club hace con su plata, con el dinero por ella generado. Y anticipárselo es una facultad administrativa con el fin de asistir, ayudar o salvar situaciones emergentes, según lo disponga la autoridad democráticamente elegida por esos mismos dirigentes.
No existe un solo club ni muy grande, ni mediano, ni chico, ni pequeño, ni antiguo ni moderno de la categoría que fuere, que al cabo de su historia no haya sido asistido económicamente. Ninguno. Y si, en cambio, hay instituciones que existen, crecen y compiten porque la AFA les anticipó el dinero que ellos mismos generaron, que le es propio. De no ser así, muchos no hubieran podido continuar. Habrían desaparecido. Hablamos de muy grandes que tuvieron sus momentos de quebranto y de grandes que atravesaron concursos de acreedores y hasta quiebras. Al igual que todos los demás…
Este sistema financiero fue el que logró mantener el equilibrio de la competitividad. Unos administraron mejor, otros fueron desprolijos , muchos emergieron y algunos lograron consolidarse.
La AFA no es una empresa, es una institución. No es su obligación rentabilizar, tiene que distribuir aquello que los clubes generan de manera general: derechos audiovisuales, selecciones nacionales, porcentajes por la venta de jugadores al exterior , sponsoreo, venta de entradas- cada vez menos incidental- , etc, etc…
¿ Cómo es posible que esos dirigentes, los verdaderos dueños de la AFA, hayan permitido y permitan ser avasallados – y cada vez peor – de la manera que los interventores del Gobierno lo están haciendo?
¿Qué es esto de impedir refuerzos por deudas con la AFA, cuando la propia AFA no le exige a su deudor, el Estado, que les pague lo que les debe?
¿ Dónde están esos dirigentes que se «matan» cada día para darle más y mejores servicios a sus comunidades? ¿ Dónde están los líderes de miles de votos que sumados sobrepasan el millón de voluntades?
¿Cuándo van a defenderse de la extorsión, el apriete, la imposición, el poder opresivo del que resultan víctimas cotidianas?
¿Cuál es el límite del temor, la tolerancia, la subordinación, la obediencia?
¿ Cómo es que hay que buscar un candidato «del consenso» que prioritariamente acepte el Gobierno?
¿Por qué admiten esos dirigentes la impugnación política del Ejecutivo a candidatos probos aceptando como regla que es el Gobierno quien gobierna y gobernará a la AFA?
¿Nadie va a reaccionar? ¿Nadie en el nombre del respeto, los intereses de sus clubes y del Fútbol Argentino va a decir nada?
Miren algunas de las cosas que les hicieron en seis meses en el nombre de una intervención estatal, sin que nadie reclame más que deudas y promesas incumplidas:
– No los dejaron votar el 30 de Junio y les metieron a la IGJ.
– No recurrieron la medida , ni se defendieron, ni la apelaron.
– Aceptaron una Junta Interventora sin participación, nunca preguntaron el porqué de cada integrante.
– Firmaron un papel aceptando la creación de la Liga a cambio de 1.800 millones de pesos que nunca les pagaron.
– Les designaron a dos directores técnicos (Edgardo Bauza y Claudio Ubeda) de Selecciones Nacionales sin siquiera darles el privilegio de saberlo antes que la prensa. Y uno de ellos, Úbeda, por encima de un concurso abierto y convocado oficialmente del cual participaron 44 proyectos o sea más de cien profesionales engañados públicamente por la AFA, que también son ustedes, los dirigentes.
– Permitieron la desautorización al Tribunal de Disciplina que falló ejemplarmente tras una presentación de los dirigentes en defensa de sus legítimos derechos y ajustándose al Estatuto y a la ética.
– Tampoco respondieron al desprecio, la subestimación y el destrato del que fueron, son y seguirán siendo víctimas por parte de los miembros de la Junta Interventora que apoyados por el Gobierno intentan y lo están logrando.
– Empoderarse de la AFA, para que les aprueben la Liga, un Estatuto discriminatorio, la participación en las negociaciones futuras de los derechos audiovisuales y las sociedades anónimas en el fútbol.
– Participaron de unas jornadas en las que se debatió el nuevo Estatuto adecuado al de la AFA en el hotel Sheraton durante los días 7, 8 y 9 de Noviembre con Primo Corvaro, los abogados Rolf Tanner, Jorge Mowinckel y Julia Siegenthaler (FIFA) junto a Monserrat Jiménez y Alejandro Marón (Conmebol), sin que todo lo consensuado y acordado por amplia mayoría, se concretara y duerma, hasta hoy en un cajón con la clara intención de los interventores de modificar la representatividad proporcional.
En esas jornadas se convino en un nuevo Estatuto con 22 asambleístas de la Primera División, 8 de la B Nacional, 7 de la B Metropolitana, 4 de la C, 3 de la D, 2 del Federal A y 10 del Consejo Federal del Fútbol . A ellos, más adelante habrían de agregarse los Grupos Especiales a razón de dos por cada uno: Fútbol Playa, Futsal, Fútbol Femenino, Ex Árbitros, Ex Directores Técnicos y Ex Jugadores. En total 56 ahora y 12 más adelante. O sea, 68. Ahora los interventores presionan a la FIFA con el voto calificado -imposible de entender– y/o 22 de Primera y 18 para todo el resto con el agregado de los 12 en el futuro.
– Esto significa que siguen aceptando la indiscutible injerencia del Gobierno quien tiene un concepto descalificador sobre los dirigentes del fútbol argentino y se los transmite a la FIFA a través de poderosos emisarios vinculados con todos los ejes del poder multinacional, desde banqueros hasta diplomáticos. Para ser más claros, los interventores creen y transmiten que ustedes, los dirigentes de la AFA, son corruptos, incapaces y ladrones.
– Más grave aún, cómo es que no han salido a repudiar públicamente lo que le pasó a Pablo Toviggino, quien tras presentar una denuncia por irregularidades contra los miembros de la intervención fue sorprendido por información personal, privada, familiar y profesional, propia de las oficinas de servicios de Inteligencia de los estados, sobre sus ideas y militancia políticas, según la información reservada y oficial que le había hecho llegar a la FIFA un funcionario del Gobierno Argentino.
– Aceptaron el final de Fútbol para Todos sin defender con herramientas efectivas y oportunas el resarcimiento indemnizatorio por esa decisión unilateral, esa ruptura de contrato.
– No levantaron la voz para marcar las irregularidades visibles de la Junta Interventora que en lugar de hacer lo que le encomendó la FIFA -administrar fiduciariamente, llamar a elecciones y reformular el Estatuto– fueron contratando gerentes y estudios jurídicos hasta «industrializar» acuerdos de conciliación legal millonarias por juicios en curso, sin apelar ni peritar en muchos casos.
– Nunca se quejaron de la forma en que la Conmebol borró a la AFA de representatividad. La Junta nombró a un solo dirigente legítimo: Jorge Brito, vicepresidente de River Plate. ¿ Ricardo Gil Lavedra y Orlando Salvestrini a quién representan en la AFA para ser dirigentes de la Conmebol? Argentina desapareció en la representatividad. Y la alianza Paraguay-Brasil puede ser un problema cuando se jueguen partidos por Eliminatorias. Los árbitros dependen de un brasileño Wilson Seneme y un colombiano, Oscar Ruiz. Brasil celebraría que Argentina no juegue el Mundial. Lo sabemos. Y Colombia, en éste momento, es rival directo. Sobre esto los dirigentes de la AFA aún no se expresaron.
– Permitieron que la intervención de la AFA contratará, entre otros, a la Dra Alicia López por 160.000 pesos mensuales como auditora de la propia auditoría que llevó a cabo durante dos años como integrante de la veeduría designada por la Jueza María Romilda Servini. Cuanto menos, una falta de ética, bajo el paraguas de una estrategia infantil: «será nuestra controladora quien nos estuvo controlando».
– Mientras continúan las disputas internas, el Gobierno los presiona con la anulación del Decreto 1212 a cargo del mismo funcionario que le dio impulso y vigencia: Alberto Abad, Director de la AFIP. Si lo lograra, todos los gravámenes sobre los cuales el fútbol estaba eximido, pasaran a ser un costo más.
– Pero, si todo lo anterior alcanza nivel de gravedad, hubo un hecho que no debió haber quedado en el silencio de los dirigentes de la AFA. Y ese hecho es la contratación directa y ordenada desde el máximo poder de la AFA de la compañía LaMia para transportar a la Selección Nacional de Fútbol hacia y desde Belo Horizonte. Este espanto, convertido luego en la tragedia del Chapecoense, que provocó la muerte de 71 personas, merecía cuanto menos algún pedido de explicaciones que jamás se produjo.
Los problemas del fútbol argentino, cada vez mayores y más graves, no se resuelven ni con asados, comidas, reuniones (más de 14 en seis meses) comisiones (3 en este momento), declaraciones o intercambios de tuits.
Tampoco pidiéndole a los líderes de la mayoría que acepten bajar la cantidad de asambleístas. No habrá candidato del consenso. Por el contrario, muchas de las reuniones entre dos o tres dirigentes son para eliminar a un tercero.
Es admisible que se reclame por la deuda. También que se logre un acuerdo por la rescisión del contrato con FPT. Y, obviamente, que se busquen los mejores oferentes para la nueva venta de los derechos audiovisuales.
Ahora, también sería saludable que mientras se espera el dictamen del Tribunal de Disciplina, que no podrá expedirse para que haya elecciones el 15 de Febrero, como lo estableció una legítima Asamblea autoconvocada, los dirigentes de la AFA se pongan de pie. Parecería que llegó la hora de recobrar respeto e identidad.
Ya se sabe, el poder que los quiere someter es vigoroso, tiene un plan, irreductibles ejecutores y muchísimas más herramientas. Tantas que ha convencido a la propia FIFA que ésta es una «cuestión de Estado» y hasta el propio Diego Armando Maradona, convertido en una esperanza para los sometidos, se ha llamado a silencio tras su viaje a Zúrich.
Una lectura simple nos indica que la Asamblea será legitimada. Y si se aplicara la misma fórmula que utilizó la FIFA tras la renuncia de Joseph Blatter, deberá elegirse primero al presidente y reformular después el Estatuto. Así es cómo ha ocurrido en todas partes. Es de lógica y todos los antecedentes conducen a tal secuencia. Hubo una Junta Electoral en la FIFA que asumió la responsabilidad mientras se llamaba a nuevas elecciones (Domenico Scala de Italia, por la Comisión de Auditoría; Kia Lin Tong de Singapur por Comisión de Disciplina y Fernando Mitjans, Chairman del Comité de Apelaciones de la FIFA), llevaron a cabo el acto eleccionario que, tras el ballotage, legitimó la presidencia de Gianni Infantino. Recién después y tras cinco congresos entre el 2013 y el 2016, se reformuló el Estatuto que hoy sirve como modelo.
Obviamente que nada será posible si toda la energía está en las partes y no en el todo. Las partes son los problemas de cada club. El todo es la AFA.
¿Existe el dirigente o los dirigentes que tengan un plan para ese todo?
¿Existe el dirigente o los dirigentes que digan basta a seguir poniéndose de rodillas?
¿Existe el dirigente o los dirigentes que quieran defender su dignidad?
Si existe o existieren, tienen recursos para detener este atropello. Vayan al Tribunal de Ética de la propia FIFA, vayan al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) donde un día llegó un modesto jugador reclamando su libertad de acción contra todos los poderes de la Unión Europea, la UEFA y la FIFA y marcó un hito en la jurisprudencia. Se llama Jean Marc Bosman, es belga y logró que se aceptara su reclamo, convirtiéndose en ley
Si tales dirigentes existen, recuperen la AFA. Es vuestra.
Fuente: Infobae
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