Su ingesta excesiva lleva a enfermedades crónicas no transmisibles como el ACV. La OMS sugiere no más de 5 granos diarios.
Más del 70% de los argentinos desconoce la necesidad de disminuir el consumo de sodio, por lo que los especialistas destacaron la necesidad de reforzar la concientización de los consumidores mediante la lectura de etiquetas nutricionales debido que la mayor parte de sodio consumido se genera de manera «involuntaria» a través de alimentos procesados.
Asimismo se deberá incluir, por ejemplo, mensajes sanitarios en el menú de establecimientos gastronómicos.
En ese contexto, la WorldActionon Salt &Health (Wash), que conmemoró la Semana Mundial de la Sensibilización sobre la Sal del 20 al 26 de marzo último, puso de relieve la importancia del objetivo impuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de disminuir el consumo de sal a 5 gramos diarios por persona.
Las últimas modificaciones de ley N´ 26.905 que trata la Promoción de la Reducción del Consumo de Sodio en la población, radica en la cantidad de enfermedades crónicas no transmisibles que genera el exceso de sodio tales como el ACV, las enfermedades cardíacas y renales crónicas, las cuales representan una carga sanitaria en el país.
«Si bien cada año hay más información al respecto, muchos alimentos todavía tienen sal añadida, incluso aquellos que no necesariamente tienen gusto salado como helados, gelatinas, galletas y premezclas. Esto genera un exceso de consumo en un marco donde la reducción de 3 gramos en el consumo de sal por día, podría evitar unas 6.000 muertes al año en nuestro país», argumenta Sebastián Obregón director del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
A pesar de que la mayor parte de los alimentos ya cumplen con la primera etapa de descenso de sodio fijada por la ley en el 2013, el 71% de la población argentina de entre 16 y 80 años desconoce la necesidad de bajar el consumo de sodio.
«Al hablar con los pacientes, se puede percibir el desconocimiento general que existe con respecto al consumo involuntario de sodio. Leer las etiquetas al momento de efectuar la compra mensual puede generar una notable diferencia en el consumo diario de sal debido que dicho mineral es utilizado frecuentemente sólo como conservante, generando una ingesta excesiva que produce miles de muertes evitables por año», puntualizó Obregón.
Asimismo, el médico de la Sociedad Argentina de Cardiología enfatizó la importancia de conocer los distintos porcentajes de sodio que poseen alimentos símiles.
«Incluso el agua tiene sodio y aun así, solo el 11% consume las marcas con bajos niveles del mismo. Si nos remitimos a los dos litros recomendados por día para lograr una hidratación adecuada, el aporte de las aguas de alto contenido de sodio podría alcanzar los 328 mg por día, mientras que el de las bajas en sodio sólo 20mg por día», detalló el especialista.
Si bien la ley N´ 26.905, conocida como «Ley de Saleros» se encuentra regulada desde 2013, recientemente se efectuaron las últimas modificaciones que agregan el establecimiento de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal. Esa ley promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos; fija el tamaño máximo de los envases en los que se venda sal para no superar los 500 miligramos y establece sanciones a los infractores.
Fuente: El Tribuno