La negligencia de las personas que abandonan ganado en la vía pública puede generar hechos graves. De dos a tres personas fallecen por año en un siniestro vial producido por la presencia de un animal en la calzada.
No obstante las campañas de concientización que se realizan a diario, la Secretaría de Seguridad Vial expresó su preocupación por los altos niveles de siniestralidad que enlutan las rutas jujeñas, la problemática de los animales sueltos no solo no disminuye, sino que se transforma lamentablemente en una de las tantas manifestaciones de imprudencia y negligencia de los usuarios en la vía pública.
De acuerdo a los datos proporcionados por el Observatorio Vial Provincial (sección Repat), 2 o 3 personas fallecen por año en un siniestro vial donde uno de los intervinientes es un animal que se encontraba en la calzada.
Asimismo, es causante de un 3% de la totalidad de siniestros viales donde la colisión directa fue con un animal, este porcentaje se eleva mucho más cuando conductores alegan haber hecho una maniobra evasiva a causa de un animal, configurando otro tipo de colisión o vuelco a causa de ésta.
Según estudios realizados, existen tres tipos de accidentes originados por los animales sueltos: Los que generan los animales domésticos o mascotas; los producidos por el ganado errante, ya sea que hayan escapado de un campo o deambulen por las banquinas en busca de pastaje y en menor medida los provocados por animales silvestres.
En nuestra provincia, la presencia de caballos y vacas (en Valles y Yungas) y llamas, vicuñas y ovejas (en Quebrada y Puna) en la cinta asfáltica son un obstáculo que los conductores deben sortear a diario.
La urbanización de sectores que hasta hace poco eran rurales multiplica la presencia de mascotas en los caminos provinciales y nacionales, fundamentalmente por la falta de responsabilidad de sus dueños. La presencia de los mismos origina frenadas, maniobras bruscas y hasta siniestros, en las cada vez más congestionadas rutas jujeñas.
La Secretaría de Seguridad Vial destacó que si bien ante un siniestro vial el dueño del animal debe responsabilizarse ante la ley, son hechos evitables y como tales todos somos responsables, desde el acto de la tenencia responsable de animales hasta los controles necesarios.
En el último año en nuestra provincia solo se tuvo que lamentar una víctima fatal de esta etiología.
Del total de siniestros viales, el 40% solo resultó con daños materiales y el 58% lesionado, representando la persona fallecida solo el 2% de los hechos.
Peligro en la noche
El mayor porcentaje de los siniestros se produce en horario nocturno reflejando el 74% de los hechos, lo que implica el déficit de guarda de los mismos en estos horarios. Resaltando la falta de «tenencia responsable de animales», se le aumenta el plus de la reducida visibilidad en los horarios nocturnos y la maleza crecida en las banquinas en estas épocas de constantes lluvias.
Haciendo un análisis siniestral se puede evidenciar la potencialidad de riesgo de estas circunstancias (animales en la vía-horario nocturno), ya que el 30% de los siniestros reflejan una colisión frontal, dejando de manifiesto el nulo tiempo de reacción ante la división del riesgo, el 42% realiza una maniobra evasiva no pudiendo evitar la colisión lateral, quedando solo el 28% representando a conductores que tuvieron un «tiempo de reacción suficiente para evitar la colisión pero no así un siniestro, sufriendo salidas de la vía, vuelcos y caídas en el caso de los motovehículos.
Qué hacer ante un impacto
Cuando el impacto parece inevitable el conductor deberá tener en cuenta una serie de consideraciones a fin de evitar males mayores.
Si se trata de un animal pequeño, debe procurar evitar el atropello sin frenar bruscamente ni dar volantazos y si esto no fuera posible, sujetar fuertemente el volante y seguir en línea recta.
Frente a un animal grande, debe intentar esquivarlo por la derecha si las condiciones de la ruta y la banquina lo permiten; no frenar de golpe ni intentar volver bruscamente a la calzada, esta es una de las causas más comunes de vuelco, por lo tanto.
En cambio debe sujetar fuerte el volante y continuar en línea recta por la banquina hasta detenerse.
En definitiva, debe procurar en los posible, no golpear al animal frontalmente ya que este penetrará con mucha facilidad por el parabrisas provocando lesiones fatales.
Los tres elementos de la situación de tráfico
En toda situación de tráfico intervienen tres elementos que son el conductor, el vehículo y la vía su entorno. El «tiempo de reacción» es aquel que transcurre desde que el conductor ve un obstáculo hasta que reacciona, durante este tiempo se recorre una distancia. A mayor tiempo de reacción mayor será la distancia recorrida. Esta distancia también varía con la velocidad, a mayor velocidad mayor será la distancia de reacción.
Los estudios estadísticos reflejan que los vehículos de más involucrados en los siniestros son aquellos que levantan mayor velocidad en nuestras rutas, esta etiología no es la excepción, representando los automóviles el 50% de los hechos, las camionetas el 24%, las motocicletas el 14% y entre colectivos, camión y otros el 12%. Aunque parezca que la reacción ante un obstáculo o situación imprevista tenga que ser instantánea, el tiempo medio de reacción de un conductor es de aproximadamente 0,75 segundos, entre 0,5 y 1 segundo.
Los animales sueltos son un factor preponderante para la siniestralidad en nuestras rutas que atraviesan las zonas rurales y agrícolas más potentes de Jujuy y en un menor grado en ejidos urbanos donde se denota la presencia de animales domésticos.
Fuente: El Tribuno