El programa llegó a representar el 20% de las ventas de los supermercados. Hoy es menos del 5%.
Los «precios cuidados» se renovaron a comienzos de mes y seguirán hasta septiembre. Sin embargo, la canasta de productos a importes «accesibles» está lejos de parecerse a la disponible hace dos años. Las marcas participantes son menos conocidas, la cantidad de artículos se redujo y las multas estatales por «falta de abastecimiento» son casi nulas.
La botella de Coca-Cola o el litro de leche «La Serenísima», solo por mencionar dos ejemplos de marcas muy renombradas, eran productos emblemáticos de «precios cuidados» en la etapa de Augusto Costa como secretario de Comercio. Ahora, dentro de las gaseosas, está la versión «Zero» de Coca-Cola, mientras que Mastellone reemplazó a «La Serenísima» por «Armonía», que tradicionalmente fue su segunda marca.
Costa, bajo el patrocinio del ex ministro de Economía Axel Kicillof, perseguía a los supermercados y proveedores para que los «precios cuidados» estuvieran bien abastecidos. Les aplicaba multas (que casi nunca se pagaban) y los obligaba a informar «faltantes». En su momento, los productos de esta canasta llegaron a representar casi un 20% de las ventas de los supermercados. Ahora, el programa sigue vigente, pero su aplicación en las cadenas es diferente: casi no hay multas cuando faltan los artículos. Según estimaciones de proveedores, no capturan ni un 5% de las ventas.
Aunque el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Comercio, Miguel Braun, elogiaron a «Precios Cuidados», su aplicación se volvió menos obligatoria y más a voluntad de las cadenas y sus proveedores.
Así como Coca-Cola (versión regular, la más conocida) y La Serenísima ya no están, son varias las etiquetas muy conocidas que dejaron su lugar a otras de menor conocimiento. En 2015, también estaban La Campagnola en atún, Domino en azúcar y Ri-K o Hellmann’s en mayonesa. Todas fueron reemplazadas por otras de menor renombre marcario.
En los supermercados admiten que el Gobierno anterior presionaba por el cumplimiento de «precios cuidados», mientras que la actual administración no prioriza tanto esta herramienta. En 2015, más de 500 productos se encontraban bajo esta modalidad de venta, mientras que ahora son cerca de 450 artículos.
Dentro de las bebidas, salieron el agua Ser (de Danone), Coca-Cola y Seven Up (también la marca líder dentro de las gaseosas lima-limón). Tampoco quedaron bebidas con alcohol, como cervezas y vinos, que antes si estaban incluidas.
La crisis del sector lácteo -con SanCor en problemas- se extendió a los productos dentro de los «cuidados». Más allá de la leche, también hubo impactos en postres lácteos (el postre Shimy está en los listados, pero no se consigue) y yogures. Antes, figuraban las marcas Ser, Yogs (de Sancor) y Milkaut. Ahora, están Yogurísimo y La Suipachense.
En galletitas, los listados anteriores poseían varias etiquetas de Mondeléz (el mayor jugador del mercado, junto con Arcor), mientras que ahora permanece una sola referencia de esa compañía. Los productos que dominan son fabricados por Tostex, una firma de menor porte.
Una variedad del jabón en polvo Skip (de Unilever) es otro de los ausentes en productos de limpieza. En la categoría lavavajilla, casi toda la oferta es de José Guma, otra empresa cuyas marcas no suelen figurar entre las encuestas de marketing como las más famosas para los consumidores.
Fuente: Clarín