Diputada Cejas afirmó que siguen faltando controles en venta de alcohol y que lo único que cambió es la hora que cierran boliches.
Tras el deceso de una joven en una fiesta privada en San Pablo.Luego del lamentable deceso de una menor en una fiesta en San Pablo de Reyes, la diputada del PJ Alejandra Cejas adelantó que su bloque solicitaría informes al Ejecutivo provincial para conocer la situación actual de nocturnidad. La solicitud responde a que recientemente se puso en vigencia la ley que regula este tipo de actividades, pero no se realizan los controles correspondientes, aseguró la legisladora.
Cejas detalló que al cerrar los boliches a las 5.30, se entiende que la Ley de Nocturnidad se encuentra plenamente vigente en todo su articulado en la provincia, y por lo tanto se deberían realizar los controles para evitar la realización de fiestas sin la habilitación correspondiente, y la ingesta de bebidas alcohólicas por parte de menores de edad en estos eventos. Según la legisladora, lo único que se cumple de la normativa recientemente aprobada es el horario de cierre de boliches.
En el caso de fiestas eventuales, clandestinas o particulares donde existe consumo de bebidas alcohólicas sin grados de parentesco de los asistentes, también se encuentran reguladas en un capítulo especial en la ley, y se entiende que las fuerzas de seguridad deben clausurarlas e iniciar las acciones correspondientes según lo indica la ley misma y el Código Contravencional. «Preocupa que haya denuncias por parte de vecinos que aseguran que la Policía pasó y no hizo nada, aunque el lugar era conocido por ser destinado a fiestas privadas donde se debería haber actuado de oficio», dijo la diputada.
Por estos motivos, es que el bloque del PJ se reuniría hoy para solicitar al Ejecutivo provincial un informe para conocer la realidad de la nocturnidad de la provincia después de ser aprobada la ley, tanto al hablar de control de fiestas privadas y sus habilitaciones, como la situación de los menores en los eventos, regulación del accionar del personal de seguridad y la proliferación de afters.
Fuente: El Tribuno